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J. BERNABEU-MESTRE ET AL.

A

LIM.

N

UTRI.

S

ALUD

28

promoting teaching and research in nutrition; and it

should be recognized that the Spanish contribution has

been rather modest and discontinuous.”

¿Era acertado el diagnóstico del profesor Grande Co-

vián? ¿Cómo se explica aquel modesto y discontinuo

desarrollo que, en su opinión, había alcanzado la nutrición

en España? Con el fin de responder a estas y otras cues-

tiones y ayudar a entender los retos que tiene planteados

en la actualidad, el trabajo que el lector tiene en sus manos

analiza la evolución que mostró la nutrición española a lo

largo del siglo XX.

Para alcanzar estos objetivos se han utilizado, básica-

mente, los resultados de los trabajos sobre historia de la

nutrición en la España contemporánea que, desde hace

más de una década, han sido desarrollados en el marco

del Grupo Balmis de Investigación en Salud Comunitaria

e Historia de la Ciencia de la Universidad de Alicante y los

grupos interuniversitarios de Sanidad, Historia y Sociedad

(SANHISOC) y Estudios Avanzados en Historia de la Medi-

cina y la Salud (GADEA), de las universidades de Alicante,

Miguel Hernández y Valencia.

Se trata, en cualquier caso, de un primer intento de

síntesis que comporta, dadas las limitaciones de espacio,

tener que seleccionar los elementos más destacados del

proceso de institucionalización que vivió la nutrición espa-

ñola, y dejar apuntadas otras cuestiones en las que se puede

profundizar a través de las referencias bibliográficas que

conforman el aparato crítico del artículo. Todo ello, sin ol-

vidar la necesidad de contemplar, por un lado, la transición

alimentaria y epidemiológico-nutricional que experimentó

la población española (2), y por otro, el marco político

y socioeconómico que marcó el devenir de las políticas

científicas (3) y sanitarias (4,5) en España durante el siglo

pasado y que determinó, lógicamente, la propia evolución

de las ciencias de la nutrición y las políticas alimentarias y

nutricionales (6-8).

DE LA FISIOLOGÍA DE LA NUTRICIÓN

AL INTERÉS SANITARIO POR LA

ALIMENTACIÓN

El periodo de transición entre las décadas finales del

siglo XIX y las primeras del siglo XX supuso la incorpora-

ción más o menos generalizada de la ciencia española a

la comunidad científica internacional y el cultivo de nue-

vas disciplinas, una vez superado el colapso científico que

caracterizó a la mayor parte de la centuria decimonónica

(9). Con la llegada del nuevo siglo y en el marco del movi-

miento regeneracionista (10), se inició un proceso de reor-

ganización de la actividad científica inspirado en el modelo

centroeuropeo de institucionalización de la investigación y

la enseñanza (11).

En aquel contexto de renovación científica destaca, entre

las aportaciones de la ciencia española al conocimiento cien-

tífico de la nutrición, la de la Escuela Catalana de Fisiología

y en concreto los trabajos liderados en el ámbito universita-

rio y en el del Institut d’Estudis Catalans por Ramón Turró

Darder (1854-1926) y August Pi Sunyer (1879-1965) sobre

la función fisiológica de los aspectos nutricionales (12,13).

Ambos autores dedicaron además una atención particular

al problema del hambre. El primero a través de un acerca-

miento más próximo a la teoría filosófica, con su obra

Els

orígens del coneixement: la fam

, publicada en 1912 (14).

El segundo, desde una perspectiva más aplicada, por medio

de reflexiones como las que recogía en un texto publicado

en 1922 sobre

El hambre de los pueblos

(15). Pi Sunyer se

refería a la desnutrición crónica que padecía la población eu-

ropea a consecuencia de la Primera Guerra Mundial como el

“mayor y más terrible experimento que haya podido realizar

la humanidad”. Los resultados de aquella catástrofe venían a

confirmar, “con demostración irrebatible, que la nutrición es

el fundamento de la capacidad física y psíquica de los indi-

viduos y, por lo tanto, la condición básica de la salud de los

pueblos, del poderío de las naciones”. Otro de los miembros

de la Escuela Catalana que destacó en el ámbito de la nutri-

ción fue el doctor Josep Tarruella Albareda (1870-1957),

quien publicaba en 1919 la

Higiene de l’alimentació

dentro

de la “Colección Popular de Conocimientos Indispensables”

editada por el Consejo de Pedagogía de la Diputación de

Barcelona (16).

Más allá de las aportaciones que se realizaron desde

las ciencias básicas, se puede afirmar que el interés por

la alimentación y la nutrición fue manifiesto en el ámbito

sanitario español de las primeras décadas del siglo XX (17).

En 1902, el farmacéutico e higienista José Úbeda Correal

(1857-1918), en el capítulo dedicado a la alimentación en

su obra

El presupuesto de la familia obrera,

elaboraba

una serie de raciones para que las familias pudieran decidir

las más convenientes desde el punto de vista de la salud y

la economía.

La búsqueda de dietas o raciones “alimenticias” que

reuniesen todos “los requisitos higiénicos”, pero que fue-

sen accesibles, se convirtió en un tema recurrente para los

higienistas españoles (18). En 1914, otro farmacéutico,

José Giral Pereira (1879-1962), publicaba su trabajo sobre

La ración alimenticia desde el punto de vista higiéni-

co y social

(19). En 1917, el profesor Gustavo Pittaluga

Fatorini (1876-1956) volvía a plantear la necesidad de

garantizar un aporte alimenticio “obedeciendo a la vez,

a un criterio económico y fisiológico”, en su monografía

sobre

El problema de las vitaminas y la alimentación

del obrero

(20).

El esquema de muchas de estas obras, algunas con cla-

ra voluntad divulgadora, solía estructurarse en torno a las

siguientes cuestiones: ¿qué clase de principios nutritivos ne-

cesita el ser humano para alimentarse?, ¿cómo se digieren?,

¿qué cantidad se necesita de cada uno?, ¿qué proporción

de estos principios contienen los alimentos más usuales?,

¿cuál es el valor y el coste de los alimentos?, consejos que

conviene divulgar y errores que hay que corregir, ¿qué

raciones puede combinar el ama de casa para ajustar el

coste de la comida al presupuesto disponible?, siendo la

metáfora de la máquina la más utilizada para explicar el

mecanismo de la nutrición en el organismo humano (21).