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Vol. 23, N.º 2, 2016

PASADO Y PRESENTE DE LA NUTRICIÓN EN ESPAÑA

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cuando se aprobó el Código (Decreto 2484/67, de 21 de

septiembre,

BOE

num. 17 a 23 de octubre), aunque no se

desarrolló hasta 1974 (49).

Junto a las actividades impulsadas desde el ámbito de la

bromatología, a lo largo de las décadas de 1950 y 1960 se

produjeron importantes novedades en el de la nutrición co-

munitaria (50) y en particular en el campo de la alimentación

escolar y la educación en alimentación y nutrición (7,51-54).

En 1952 se creaba el Servicio de Protección de la Ali-

mentación Escolar Infantil con el objeto de “perfeccionar en

todos los aspectos la nutrición de los alumnos de las escuelas

nacionales y de orientar debidamente los comedores escola-

res sostenidos por el Ministerio de Educación Nacional, así

como instruir a las familias en orden a la alimentación de

sus hijos”; y en 1954, el Servicio Escolar de Alimentación

y Nutrición (SEAN) (7) con la misión, en primer lugar, de

organizar, distribuir e instalar los medios necesarios para el

establecimiento del complemento “alimenticio” procedente

de la Ayuda Social Americana y cooperar en la orientación

dietética en la edad escolar; y, en segundo lugar, poder “ase-

gurar a los alumnos que acudían a los comedores y colonias

una alimentación adecuada e influir a través del niño, en la

educación sanitaria de la familia” (55).

En un trabajo publicado en 1964 (56), se abordaba el

papel que había desempeñado el complemento que supuso

el reparto de leche entre los escolares españoles por parte

del SEAN. Aun siendo importante, dicho complemento era,

sin embargo, insuficiente y procedía “emprender una labor

más amplia […] enseñando a los niños, en las escuelas,

qué deben comer y por qué deben hacerlo y haciéndoles al

tiempo adquirir el hábito de comer determinados alimen-

tos, se logrará, sin duda, que dentro de unos años hayan

variado los inadecuados hábitos alimentarios que muchos

españoles tienen, permitiéndoles llevar, con igual gasto,

una alimentación mucho más equilibrada, completa y sana

que la que hoy reciben”. Por esta razón se destacaba la

importancia del Programa de Educación en Alimentación

y Nutrición (EDALNU) que se había puesto en marcha en

1961 (51-54).

Como indicaba el director del Programa EDALNU, el

doctor Juan Manuel de Palacios Mateo (1919-1980) (57), la

oportunidad de su implementación respondía a la necesidad

de superar la influencia negativa que ejercía la “ignorancia”

en la deficiente alimentación que mostraban amplios secto-

res de la población española, y a la voluntad de prevenir los

problemas de sobrealimentación que habían experimentado

y estaban experimentando los países “desarrollados”. Una

vez superado el período autárquico de la posguerra, la Espa-

ña de la década de 1960 estaba inmersa en un proceso de

desarrollo económico no exento de desigualdades y caracte-

rizado por una falta de homogeneidad que también afectaba

a la alimentación. Existían zonas y sectores de la población

mal alimentados, pero como contraste, también existía el

problema de la obesidad. En este sentido, al mismo tiempo

que se subrayaba la coincidencia de muchos niños obesos

que mostraban a su vez estados nutritivos deficientes, se

destacaba que las más afectadas eran las mujeres de más

de 35 años.

Consuelo López Nomdedeu (58), protagonista destacada

en la actividades relacionadas con la alimentación esco-

lar y la educación en alimentación y nutrición y una de

las responsables del Programa EDALNU, destacaba que

el objetivo era mejorar, a través de la difusión de los co-

nocimientos sobre alimentación, el nivel nutricional de las

familias españolas, tanto en los niños como en los adultos,

al mismo tiempo que se formaban (sobre todo en los prime-

ros) nuevos y mejores hábitos alimentarios y se estimulaba

el consumo de alimentos locales. Se trataba de optimizar

los recursos con los que contaban las familias e interesar a

la población en general en los problemas de alimentación.

Para alcanzar los objetivos se contó con la participación

de organismos conocedores de los problemas educativos,

sanitarios y de producción y consumo de los alimentos,

como el Ministerio de Educación y Ciencia, la Dirección

General de Sanidad (DGS), el Ministerio de Agricultura

(Servicio de Extensión Agraria), la Delegación Nacional de

la Sección Femenina o los centros de cultura popular y

promoción femenina de Acción Católica.

Con el Programa EDALNU también se consiguió dis-

poner de una red de promotores de salud integrada por

46.752 personas que recibieron formación relacionada

con alimentación y nutrición, la mayoría como iniciados

EDALNU. Los diplomados EDALNU que recibían un curso

de mayor duración eran los responsables de formar a los ini-

ciados, encargándose estos últimos de llegar a la población

general con talleres de educación alimentaria (7).

El análisis de las actividades desarrolladas por el Progra-

ma EDALNU (51-58) permite asegurar que se trató de la

intervención más organizada e interdisciplinar de educación

en alimentación y nutrición que se realizó en España en

el siglo XX. Las iniciativas de educación alimentaria, que

tenían como población diana a los escolares, resultaron

claves a la hora de garantizar su correcta alimentación y

sirvieron para corregir algunos problemas de desnutrición

que todavía persistían, pero no pudieron frenar la creciente

epidemia de obesidad. Sin embargo, a pesar de sus limita-

ciones, la visión integradora del Programa EDALNU, en la

que la escuela, el entorno y la familia estaban interconec-

tados, puede servir de ejemplo para las actuales estrategias

de educación en alimentación y nutrición.

Los avances alcanzados durante la etapa del desarrollismo

se completaron con la creación en 1974 del Centro Na-

cional de Alimentación y Nutrición (Decreto 252/1974, de

25 enero) como organismo autónomo de la Administración

Institucional de la Sanidad Nacional. En el ámbito de la nutri-

ción se le asignaban las funciones relacionadas con el estudio

del estado nutricional de la población, de la dieta media en

diferentes grupos de población, la epidemiología nutricional

y la investigación aplicada en nutrición y estudios nutricio-

nales experimentales (59). Sin embargo, acabó centrando su

actividad en el campo del control de productos alimenticios

y en el desarrollo del Código Alimentario Español a través

de las reglamentaciones técnico-sanitarias y el desarrollo del

Registro Sanitario de Industria y Productos. En 1986, tras

la promulgación de la Ley General de Sanidad, el Centro

se incorporó al Instituto de Salud Carlos III, y en 2002 a la